Las puertas blindadas y acorazadas integran múltiples medidas de seguridad, como las bisagras antipalanca, los marcos de acero o el cerrojo ‘antibumping’. Este último se ha convertido en un elemento indispensable en este tipo de puertas, por el grado de protección que brindan frente a las llaves de bumping, las ganzúas y otras herramientas utilizadas por los delincuentes. De ahí que estos cerrojos estén presentes en la instalación puertas blindadas Vigo.
Se estima que ocho de cada diez cerraduras en España pueden vulnerarse mediante la técnica del bumping. Consiste en la inserción de una llave especial en el cilindro cuyos pines, tras un golpe seco en el extremo de la llave, se liberan de forma rápida y silenciosa. La única medida de seguridad contra esta amenaza es equipar una cerradura con tecnología ‘antibumping’.
En concreto, los cerrojos ‘antibumping’ incorporan bombines específicamente diseñados para resistir ataques de bumping. Se fabrican asimismo en materiales de alta resistencia, como los aceros inoxidables de cromo-níquel. El cuerpo de la cerradura, así como sus accesorios, están pensados para prevenir su extracción o retirada con métodos de forzamiento. Por esta razón, acumulan una larga trayectoria en el mercado.
Otra razón que explica su uso en puertas blindadas es su resistencia a la técnica del taladro, utilizada por los maleantes para vulnerar sistemas de seguridad. Las cerraduras ‘antibumping’ cuenta con escudos o protecciones de alta resistencia que resultan difíciles de taladrar.
La ganzúa es otra herramienta de uso extendido en el submundo. Su aplicación en cerraduras convencionales permite liberar los pitones internos y eliminar toda protección de la puerta. Este recurso es ineficaz contra las puertas blindadas, pues disponen de cerraduras antibumping. Además de sus cualidades antitaladro y antiganzúa, su diseño previene la duplicación, con lo que se suprime otra vía para neutralizar la seguridad en entornos domésticos y comerciales.